Cuando voto no me pelan


Que el pueblo alce su voz valiéndose de los recursos que la ley le otorga y sin afectar a terceros ha sido una constante: ocurrió desde el 68 y las personas fueron calladas, pero las voces que han logrado sobrevivir han trascendido así como el movimiento; ocurrió también en el 88, y desde entonces ha estado ocurriendo frecuentemente hasta llegar a los otros extremos del hartazgo: huelgas interminables; partir a la Ciudad de México ocupando Paseo de la Reforma; hospedando encuerados; cerrando carreteras o tomando ciudades enteras como fue el caso de Oaxaca. Peticiones todas con razón, con fundamento, con visión social y con unión del pueblo aunque juzgadas por los medios de comunicación en mayor medida que a los actores aludidos (como ahora está ocurriendo). Ahora Juzgan: “Y después de anular la boleta, ¿qué?” pero yo añadiría: después de votar por el PANAL o por el PSD o por el PRI o por cualquier otro, ¿qué? Votar por uno de los partidos y que logre la victoria, implicaría acciones de ese partido las cuales nadie, ni ellos mismos saben cuáles serán. Lo otro, es buscar la acción del sistema político o por lo menos, la acción conjunta de los partidos para transformar la vida democrática. Todo queda en esperanzas.

Lo que no es necesario en el voto nulo



No es necesario esperar que el IFE anule la elección del 5 de julio o que los partidos por medio de sus representantes legislativos lancen propuestas de reforma a las leyes electorales o que el presidente espurio o no, declare en cadena nacional la importancia de ir a votar restregándonos en la cara que somos mexicanos agachones que se conforman con discursos. No es necesario que el voto nulo o en blanco o la abstención sea contabilizada de manera especial. No es necesario que los partidos se esfuercen más en hacernos creer que son buenos y útiles y gasten más los recursos (es preferible un subejercicio de esos fondos). Ni que sigan atormentándonos y obligándonos a cambiarle a la televisión u obligándonos a ir al baño del cine antes de la función para evitar ver los emotivos spots (shalalalalá) de algunos partidos. No es necesario que me regalen una macetita o un lápiz ni un "toper" o un morralito de plástico, ni que me den tarjetas que puedo presentar al policía cuando me paso un alto para que no me infraccionen.No es necesario. Estoy convencido que no esperamos nada de eso, solo que ese acto de anular las boletas sea útil desde ahora y que se comience a fraguar una transformación (que no es inminente) en el sistema político, de instituciones y de la conciencia social. No es necesario nada de eso porque simplemente, el voto en blanco, el voto nulo ya está ahí: en las urnas, en la mente de los votantes, en los medios, en el quehacer diario de México. Pero también en el quehacer diario, en los medios y en las urnas ya está presente la corrupción, la obstinación política, el narcotráfico, la impunidad, la pobreza, el desempleo, la mala educación y un muy, muy largo etcétera. ¿Difícil comparación? El voto nulo ya es una realidad que está transformando al pueblo y está llamando a los partidos a actuar (aunque solo hacen como en una mala telenovela). Sumarse no es perder una oportunidad, es ganarlas, es verse partícipe desde la privacidad y anonimato y saber que sí, que esta vez se está haciendo la mejor elección.

Filosofía de la educación


La práctica de la educación debe estar en función de situaciones de fondo, en función de todo lo que forma conciencia, carácter, esencia en el hombre, esencia de su práctica y de su finalidad; es la educación que como práctica filosófica encierre la libertad y la formación integral, puesto que en propuesta de la filosofía de la educación, solo mediante la implementación de estrategias que apliquen a la filosofía, se podrá educar y preocuparse por la educación real. Es sin duda bastante interesante la visión de una filosofía de la educación, una propuesta que abarque esencias, que abarque la raíz y que analice de fondo la transmisión de cultura humana En la educación, se debe promover la libertad y en el determinismo, podemos encontrar una tendencia muy tajante que no permite la elección (esto como crítica a las situaciones de manipulación: moral, psicológica, política, religiosa...); si el individuo no es libre, no es fácil que encuentre el sentido, el amor, el interés a la educación. Yo veo a la libertad como un camino hacia la identidad, hacia la moral, hacia la conciencia... solo en medida de que se sea libre, se va a tener la conciencia del mundo, se van a tener convicciones y el ejercicio de la ética puede prevalecer por sobre lo material. Considero bastante claro el sentido de la esencia humana, pero sin duda que resulta casi increíble que ese núcleo de identidad pueda existir, entendiéndolo más como un concepto objetivo que engloba las características que el autor descarta como parte fundamental de ese núcleo. A ese Núcleo de Identidad Personal, solo se puede llegar sin ayuda, sin influencia externa que dicte o sugiera. Esto motiva a buscar y a eliminar paradigmas que promuevan la creación del nuevo hombre que viva con su existencia y su esencia. El hablar de la educación desde un soporte humano, como filosofía, como ciencia que busca las causas primeras y fundamentales, que es accidente en el hombre y que es paralelo a la existencia del hombre pero ajeno a su esencia, no es difícil de entender, lo único que yo veo difícil es la aplicación práctica. De la Mora nos dice que el hombre está facultado para desarrollar cualquier capacidad o que es capaz de hacer de todo, puesto que solo necesita de la formación del hábito, que la habilidad se da gracias a la práctica, y que para el desarrollo de capacidades se requiere la asimilación y uso de los conocimientos. La razón es el fundamento de la práctica de la educación enmarcada por los valores y su arraigo en la esencia humana, y si la búsqueda perfectible humana está gracias a la existencia de la educación, el hombre depende siempre del resto de los hombres, se pierde aquí entonces la calidad de individuo, ya que aun en el arraigo esencial de los valores y su práctica, está dado por su contexto, está volviéndose entonces solo sujeto perteneciente a los demás. Sin embargo se habla de la causa ejemplar y de la causa eficiente. ¿Cómo puede darse esta causa ejemplar si el hombre en su perfectibilidad no logra la perfección? ¿Cómo lograrlo si es que somos (los educadores) susceptibles y accidentalmente distintos? Se redunda en la exaltación del valor, ya que la formación a partir de los valores en la enseñanza, en la educación, permiten al individuo la asimilación de lo bueno y conocer lo que no es bueno, por lo tanto, se estaría educando en la esencia, en una implicación práctica que se aprende y está dispuesta a ser transferida a otros. La problemática, es el proceso de la transmisión de estos valores y cómo son entendidos y manifestados. Si el valor es nulo, el educando estará impedido para poseer el valor, o si el valor no está expresado en su pureza y se trasgiversa la asimilación y la práctica de este, será distinta a la esencia del valor, entonces, se carecería de ello. La educación tiene como finalidad última lograr la perfección, crear al hombre sano, y productor de sanidad, integrado a la ecología y respetuoso de la integridad física propia y de los demás; el hombre integrado, productor, formador y forjador de la cultura, con valores estéticos y teológicos propios de su cultura, con valores económicos que busquen la justicia y que además sea libre y promueva la libertad; además un hombre que sea excelente en su práctica profesional y que sepa aprovecharla en bien de los demás, que sirva a su mundo y que permita el progreso cultural. Esta es la meta más real a alcanzar, estos son los objetivos más reales a los que la educación puede atender de primera instancia, y por lo tanto la labor del profesor creo que estará en esta línea.

AMBIENTES DE APRENDIZAJE

Para la realización del presente documento, se parte de la idea de que la creación de ambientes de aprendizaje no es un trabajo exclusivo del maestro, y que en el caso de los sistemas de educación donde los maestros son varios y con distintas personalidades, características y áreas de estudio, los ambientes deben corresponder a una comunión entre los docentes y los directivos. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, se define como ambiente al “compendio de valores sociales, naturales y culturales existentes en un lugar y un momento determinados que influye en la vida material y psicológica del hombre”. De acuerdo con esta definición, se pone un ejemplo vivencial sobre la creación de ambientes escolares a nivel bachillerato en el Centro Cultural Universitario Justo Sierra, donde se experimentó acondicionar en cada salón de clases una planta y cuadros de pinturas o fotografías en las paredes, como característica de cada salón. Resultó una experiencia agradable ver que algunos alumnos adoptaban la planta y la procuraban y que hasta se envidiaban entre salones la apariencia de ese huésped. Era una oportunidad de que todos juntos colaboraran en establecer un ambiente físico diferente y un ambiente psicológico global que refiriera el cuidado y la identidad de cada salón. Los ambientes de aprendizaje y el desarrollo o creación de ambientes, se fundamentan -según Manuel Moreno Castañeda- en la disposición de todos los elementos que lo propician para producir un modelo basado en solidez y flexibilidad académica. En general, hay que considerar los aspectos materiales (como arquitectura del lugar y el equipamiento) y considerar también los aspectos subjetivos (como la afectividad, la interactividad, la cultura o la intencionalidad). Entonces, los componentes y aspectos con los que el educador debe trabajar considerándolos elementos constantes en cualquier lugar, son: à Entorno físico. Se refiere a las condiciones físicas, ya sea arquitectónicas y de paisaje en donde se pretende que se efectúe el proceso de enseñanza- aprendizaje. En función de una escuela, se integran en este apartado a los muros y la pintura, las ventanas, la ventilación, la iluminación natural y la artificial. Las medidas del espacio y la proximidad entre los integrantes del grupo y el enseñante son también factores que deben considerarse además de los recursos visuales y la utilidad de los mismos que haya en el mismo sitio. à Tiempo. Se refiere a los lapsos determinados que se contemplan y mediante los cuales se deberán abarcar los contenidos del currículum. El tiempo está previamente definido en las planeaciones, por lo cual si esta es adecuada, se podrá cuidar sin problemas dichos contenidos. à Currículum. Está determinado por los planes y programas oficiales que avalan las asignaturas. Podría decirse que se refiere en particular, a los contenidos planeados y declarados que deberán ser abarcados durante tiempos determinados. à Mediación pedagógica. Tiene que ver con la intervención pedagógica, o sea con el papel del instructor dentro de un aula o en un programa de enseñanza. La intervención pedagógica contempla la planeación, sin que sea solo eso, ya que la aplicación de tecnología y las técnicas pedagógicas forman parte de dicha intervención. En resumen, se refiere al trabajo real del contacto o relación entre enseñante y aprehendiente. à Las posibles interacciones entre los componentes anteriores. Las posibles interacciones, hacen de la labor pedagógica un reto ya que requiere de la combinación de habilidades, destrezas y capacidad de observación pero sobre todo, de planeación. Conocer desde el espacio físico o saberse adaptar a ellos, mediar con los contenidos y los recursos temporales, planear adecuadamente los aspectos en función de la habilidad de conocer a los aprehendientes, son retos de imperante solución para una correcta práctica. En las dimensiones del aprendizaje, la creación de ambientes se asume en cuanto a la instrucción efectiva, poniendo énfasis en cinco aspectos o dimensiones, siendo la que tiene mayor importancia para este trabajo, la primera: "Actitudes y percepciones", ya que las demás dimensiones hablan acerca de los contenidos, del manejo de la información, de la verificación y de la práctica de relacionar al alumno con el aprendizaje significativo. Esta primera dimensión se refiere a las actitudes y percepciones eficaces para el aprendizaje. En pocas palabras, la Primera dimensión puede resumirse en cuanto a reconocer qué estamos haciendo, como maestros para establecer esas condiciones adecuadas: 1. Si el salón es seguro Ÿ ordenado Ÿ limpio Ÿ cómodo el alumno experimentará sensaciones de bienestar físico, lo que permitirá la aceptación de las siguientes. 2. Sensación de sentirse aceptado tanto por sus compañeros como por el profesor, formando un ambiente de confianza y reconocimiento de identidad. 3. Generar confianza en que lo que hacen es relevante y posible hará de la motivación algo sencillo, pues el alumno la encontrará dentro de él mismo. Se trata entonces que el alumno esté a gusto emocional y físicamente en el lugar donde se pretende llevar a cabo el aprendizaje. El aprendizaje –dice Marzano- ocurre en un mar de actitudes y de percepciones. Por lo tanto deben procurarse los siguientes aspectos: 1. Lo que los alumnos sienten de su salón de clases. Ÿ Reconocer un lugar limpio y lograr la valoración de los beneficios de un sitio aseado. Ÿ La existencia de las condiciones de seguridad física para que no se exponga en ningún momento al alumno a daños a su persona o a sus pertenencias. Ÿ El permanente orden tanto del mobiliario como de los objetos de cada alumno reconociendo a su vez las ventajas de dicho orden. Ÿ La posesión del salón en cuanto a una apariencia agradable que vaya más allá de la simple apariencia de las condiciones arquitectónicas y que pueda provocar la sensación de arraigo e identidad de su salón. 2. La aceptación Ÿ Hacia él mismo, lo que tiene que ver con la autoestima. La confianza del individuo por él mismo deberá ser fomentada por el maestro y reiterada por los mismos compañeros. Esto permite el desenvolvimiento libre y familiar en el salón durante cualquier actividad (social o académica), además que es capaz de estrechar lazos afectivos entre los integrantes del grupo. Ÿ Por sus compañeros, donde existirá además una autorregulación y colaboración intrínseca. 3. Sobre el trabajo escolar Ÿ La relevancia en las actividades o tareas, o sea que pueda ser identificable con su realidad y contexto para que exista la asociación adecuada con su pensamiento y la motivación. Ÿ La existencia de lo posible. Se refiere este aspecto a que las tareas deben pertenecer a las posibilidades de madurez del alumno y que puedan ser resueltas en el tiempo y los recursos disponibles para evitar la frustración y la aberración a posteriori. Se considera entonces que un ambiente de aprendizaje adecuado se logra cuando todos en el salón de clase están a gusto: maestro y alumnos. Para esto, establecer los lineamientos juntos desde el inicio del ciclo escolar y que se revise y modifique (de ser necesario), será un recurso que favorezca a todas las partes involucradas. Dichos lineamientos son negociables o mejor aún, son propuestos por los alumnos mismos pero que deberán ser mediados por el maestro. Se hace la referencia en particular, al establecimiento de un Contrato Social que abarque: las condiciones físicas del lugar, que si bien no todo está en posibilidades de modificarse, sí se pueden hacer las adecuaciones convenientes; la relación cordial entre alumnos como norma y la importancia de la participación no como un acto de "medir" al alumno, si no como una manera de enfocar adecuadamente sus percepciones; la aplicación de los contenidos curriculares con enfoques cercanos a los alumnos como un elemento de motivación; y por supuesto, el papel del maestro que debe orientarse hacia la confianza, respeto y valor humano (recordar que el Humanismo es fundamental y que la práctica humanista contagia de valores a su contexto). Se trata entonces de que los ambientes de aprendizaje deben apoyar al estudiante en lograr aquellas metas que se han definido en una situación de aprendizaje. No debe desatenderse la idea de que esto será posible solo gracias al trabajo en conjunto y en congruencia con las expectativas de los centros de estudios. Un ambiente de aprendizaje no se da en el salón como origen, si no que participa la institución entera para ayudar a propiciarlo. BIBLIOGRAFÍA El desarrollo de ambientes de aprendizaje a distancia Moreno Castañeda, Manuel Una Aula Diferente: Enseñar con las Dimensiones del Aprendizaje Marzano, Robert 1992 Dinámica de grupos y educación. Fundamentos y técnicas. Cigriliano y Villaverde. Ed. El Ateneo 17° edición Enciclopedia técnica de la educación, Vol. I Editorial Santillana. México 1983 * Elaborado por , Sergio Ángel Guillén León

Comentarios sobre "El nuevo Maquiavelo"

El libro “El nuevo Maquiavelo”, como una obra basada en textos del mismo personaje de quien toma su nombre; es una declaración de muchos aspectos que deberían considerarse para lograr el éxito en una empresa, en un negocio o en la obtención de poder en cualquier ámbito de actividades. Maquiavelo, caracterizado por su radicalidad y su insensibilidad al dolor ajeno y su incansable búsqueda del logro de objetivos siempre pensados estratégicamente, es sin duda alguna, el parte aguas de este libro que enseña o revela la verdad acerca de aquellos que ya ostentan poder o éxito en los negocios. Este libro, me atrevería a decirlo, además de recomendar maneras de proceder ante diversas situaciones que tienen que ver con los negocios, es un retrato del empresario moderno que además de inteligente y gran estratega debe ser sin duda alguna, despiadado y cauteloso. Los capítulos del libro, van narrando paso a paso el proceder de un príncipe, según Maquiavelo o de un hombre de negocios, según Mc Alpine (personas que son líderes, dueños, o jerarcas en una organización), de acuerdo con las circunstancias en que se encuentre: si es un aprendiz, si está ya en funciones, si necesita crecimiento o alianzas, si requiere gozar de aliados o meterse en asuntos de política, pero siempre, con fines estratégicos, no casuales de poder mejorar su posición como negociante y por consecuencia, de sus negocios. En este compendio de experiencias y apreciaciones, y a pesar de hablar sobre los negocios y las relaciones de poder, puede equipararse a una guerra como tal, como el enfrentamiento de fuerzas opuestas que buscan dominar al otro, este libro sin duda, tiene gran aplicación en los negocios, pero puede serlo también para otras áreas y es comprensible el porqué. Se nota en el discurso del libro, el énfasis que Maquiavelo le da a la importancia de hacer las cosas con un método, y mejor aún, con una serie de razones por demás, lógicas. Este libro de Mc Alpine puede tomarse como una guía que habla sobre estrategias, sobre su importancia, su trascendencia y la identificación de las partes elementales de cualquier empresa que no deben pasar inadvertidas, por el contrario, deben sumarse para la consecución de un fin. Hablar del libro de Mc Alpine es tener que enunciar los elementos estratégicos que permitan el éxito de cualquier persona en materia de negocios o formas de control directivo. Desde la idea del liderazgo y las cualidades que deben poseerse, pasando por aplicar la sabiduría humana para no tener que enfrentarse de manera descarada, si no encontrar la solución a los conflictos partiendo de haber comprendido sus raíces. Llama la atención que esa parte tan evidente como es el engaño, pase casi siempre desapercibida en la cotidianidad y aprendemos a vivir con él, pero no todos aprendemos a aprovecharlo. Aprovechar las debilidades humanas garantiza la victoria en cualquier empresa; carecer de información y entrenamiento, es también una gran debilidad, cito el libro: “No hay duda de que los príncipes crecen cuando superan dificultades y oposiciones; pero la fortuna… cuando quiere engrandecer a un príncipe… le pone enfrente enemigos y los obliga a empresas contra ellos, a fin de que aprendan a superarlas y suban más alto por la escala que le ofrecen sus enemigos”; este párrafo, lo considero esencial porque en él están presentes diversos valores e implícita la necesidad de ellos. Habla de lo que yo podría considerar la premisa del libro, pues es un breve tratado acerca de la coexistencia con los competidores, de crecimiento, de logro de metas y objetivos, de aprendizaje, de estrategia y de retribución. El nuevo Maquiavelo está lleno de técnicas de persuasión, de manipulación, de imagen, de estrategias en las relaciones públicas, de dirigir las percepciones hacia el cumplimiento de una imagen: la adulación, el ofrecimiento de ganancias, la cordialidad, los efectos de dramatismo, el aprovechamiento de oportunidades.

Mi derecho a votar

Hacer lo que considero conveniente con mi voto, es un derecho y una obligación ciudadana, principalmente si ejercer mi pensamiento y mi voz resulta en algo útil a mi localidad, a mi familia o a mi pueblo en general. La libertad es uno de los derechos humanos más importantes y la de votar o anular la boleta o simplemente no sufragar, no debería verse juzgada con adjetivos como “pendejada”, “estupidez”, “tontería”, u otros (des)calificativos, principalmente de los comunicadores públicos, ya sea reporteros, periodistas, locutores o columnistas que pueden ofender abiertamente a los grupos que no piensan igual que ellos. En la edición de ayer del periódico Milenio, Félix Cortés Camarillo, escribe en uno de los párrafos con respecto a la idea de anular la boleta o de abstenerse a votar: “…es endosar nuestro voto a aquellos que por convicción o corrupción sí se presenten a sufragar.” Ese, precisamente, es el principal motivo de ese movimiento de denuncia, de activismo un tanto secreto, pero activismo a fin de cuentas; oponerse a que los partidos políticos continúen haciendo pedazos a nuestra nación y al concepto de estado. ¿Por qué tengo que leer que si anulo mi voto soy un pendejo? ¿Por qué tengo que soportar que me traten de imbécil? Decirle así a alguien que va a anular su voto porque no piensa igual que yo, es discriminación, es tratar mal a alguien diferente a mí. Hemos votados muchas veces, las mismas veces que nos han hecho pendejos, ya sea por fraudes o por incumplimiento de compromisos. No se trata de “votar en contra” como escribió el señor Jairo Calixto Albarrán, porque votar en contra de algún partido, es votar a favor de otro que seguirá viviendo del presupuesto público, presupuesto que ni es poco ni está beneficiando a la sociedad. Es evidente la falta de programas sociales, de empleos, de seguridad, de educación, de condiciones de vida adecuada y ellos, los partidos, son los responsables. La clase política es responsable. Sería maduro no juzgar con términos soeces a quienes vamos a acudir a las urnas a ejercer nuestro derecho a elegir. Acciones de protesta han existido muchas que no han cambiado ni a los políticos en sí mismos ni a la esencia que mueve a los partidos. Seamos conscientes del valor de no votar o de anular el voto. No se trata de olvidarse ni de hacerlo porque sí. Se trata de creer firmemente en algo y de su valor social considerando las consecuencias que esto pueda acarrear. A ver si ahora aprendemos un poco más. Seguir votando por los partidos y por sus berrinches, por sus peleas internas y sus chismorreos de vecindad, es no aprender. La OCDE dice que somos el peor país en nivel educativo porque los niños y adolescentes no son bien calificados en la prueba de PISA. En esta prueba de vida que es la democracia, ¿cómo calificamos los adultos Mexicanos?